Desde Quito
Ya hemos cruzado el charco. Después del estresante día de ayer ya esto tranquilta, y segura en tierras ecuatorianas. Ayer fué un desastre. Mucho estrés todo el día, pese a mi facilidad de dormir en los medios de transporte, y lo cansada que estaba, no pegué ojo en las 12 horas.
El vuelo iba plagado de niños pequeños, y a mi lado se sento el más llorón. Marta, que venía conmigo tuvo suerte de que la sentaran en primera clase y yo no pude coger ni ventanilla, así que ví todas las películas que pude para hacerlo lo más ameno posible.
Sin embargo el avión rebosaba felicidad. Había muchas familias enteras de ecuatorianos que volvían de vistita, niños que iban a conocer a sus abuelos por primera vez . Todo eran sonrisas y gente amable.
La llegada al aeropuerto todo un caos. Las más de 350 personas se agolpaban en una cinta de 10 metros de largo para recoger las maletas. Tuvimos un primer susto ya que la cinta se paró sin que llegaran nuestras maletas y dijeron que no había más. Nuestro vuelo se había ido a Guayaquil, así que por un momento las dimos por perdidas. Salimos fuera para decirle a la gente que nos esperaba que habíamos llegado bien.
Al atravesar la puerta cientos de personas se agolpaban con carteles, globos, pancanrtas...esperando a que salieran sus familiares. La verdad que te sientes importante atravesando esa puerta y con todas las miradas clavadase en tí de repente...
Puesto que no éramos muy difíciles de reconocer en seguida encontramos a Angel y Daniel, que nos venían a buscar respectivamente, y tras los 5 minutos de charla, volvimos a entrar a buscar las maletas. La espera fué larga pero al final las encontramos. Yo no era persona entre que ya debían ser las 6 de la mañana en Madrid, la tensión acumulada, los 3000 metros de atura a los que está Quito.
Hoy escribir esto han sido mis buenos días al mundo, ahora tengo que ir a la oficina de la ONG y luego daré una vuelta por el centro histórico.
Mañana está previsto que viaje a El Coca, y hasta el jueves o el vienes, no cogeré la maldita canoa que tantas coñitas ha suscitado.
To be continued....
