Montañita, aquí nos quedamos

Publicado en por Ludy

 

 

 

Montañita es uno de los destinos turísticos más famosos de Ecuador, tanto por locales como por extranjeros, pero son estos últimos y sobre todo  los "surferos", los que le han dado la fama internacional, y los que abarrotan sus calles como ningún otro sitio en Ecuador. Es el típico destino al que un mochilero llega por un fin de semana, y se queda atrapado semanas, por el ambiente hippy-bohemio, de fiesta y música en directo cada noche y de playa y surf cada día.

 

En Ecuador también era puente, por el día del trabajador,  y cogimos un día más  para poder hacer el trayecto Saraguro- Cuenca (4 horas), Cuenca-Guayaquil (4 horas), Guayaquil- Santa Elena (2,5 horas), Santa Elena- Montañita (1,5 horas), sin tener que estar más horas en el autobús, que en  la playa.

 

Así que llegamos por la mañana, un día antes de que supuestamente se llenara todo por ser “feriado” y buscamos alojamiento en primera línea de playa, donde dormir con el sonido de las olas y donde el precio excesivamente económico,  compensaba el hecho de compartir cuarto con 20 personas, por supuesto, de habla inglesa. Así que nos instalamos en “el centro el Mundo”, en la parte alta de un hostal donde sólo había colchones con mosquiteras separados por baúles con candados para guardar las pertenencias.

 

El pueblo es bastante pequeño, y en plenas obras de adoquinado, cuyo resultado no estoy segura si significará algo bueno o quitarle parte del encanto…aunque definitivamente con las lluvias se convierta en un charco de lodo.

 

Hay una calle principal llena de bares y alojamientos de madera, otra donde sólo venden cócteles y jugos, y alejándose de esta zona es un pueblo que pasaría desapercibido entre los muchos de la costa.

Muchos artesanos ambulantes (la mayor parte peruanos o argentinos), se intentan ganar la vida vendiendo diferentes complentos, collares y pulseras, que intentan vender con sutileza “no te vayas de Montañita, sin llevarte una pulserita”, y siempre te animan a coger las cosas para “que te enamores de la pieza”. Depende de cómo te los ganes puede resultar más caro o barato, pero más bien depende de cuánto te líen para hacerte creer que te llevas una ganga llena de energía y buena onda.

 
El viernes fuimos  caminando a Olón, otro pueblo pequeño a tres kilómetros de montañita, con una playa inmensa y “chiringuitos” donde degustar pescado y ceviche, aunque nuestro plato estrella del fin de semana  resultó ser el camarón apanado o reventado acompañado de papas, ensalada, y cómo no…arroz.. En primera línea de playa sólo hay tremendos caserones, seguramente de extranjeros o segundas residencias de guayaquileños adinerados, pero en el resto del pueblo reina la simple austeridad.

 


 

No es difícil que la noche te atrape aunque no lo quieras, ya que sólo sentarse a observar la gente pasar de arriba para abajo por las calles es todo un espectáculo. Cada pequeña coctelería del paseo tiene su propia música, e intentan llamar la atención y ganar clientes como buenamente pueden. Parece que nosotras no somos muy difíciles de convencer, así que curioseamos cada invitación para ver el ambiente de aquellos sitios más populares donde hay música en directo, alejadas del glinglinglinglin, pero sin huir de otro tipo de musiquita latina que he de reconocer,  tiene su encanto...

 

 

 

 

 

 

 

Etiquetado en ECUADOR

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R
con toda el agua rica en sulfatos y fosfatos, tu venga adarle al coktail
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S
Deluxe, Ludy... Vaya envidia sana me das... Playa, música y cócteles... Alguien da más??<br /> Enjoy!!
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